martes, 15 de enero de 2013

El Centro del Mudéjar ya está abierto al público.

Boutique hotel en el casco histórico de Sevilla, Elvira Plaza presenta Museos de Sevilla:

Ya se ha inaugurado el nuevo Centro del Mudéjar en el Palacio de Marqueses de la Algaba, con un total de 111 piezas procedentes de distintos museos de la ciudad, como el Arqueológico y el de Bellas Artes. 

En concreto, 20 de las 111 piezas que serán expuestas proceden de la colección arqueológica municipal en depósito desde 1940 en los almacenes del Museo Arqueológico de Sevilla, entre las que destacan tinajas mudéjares, sellos y utensilios domésticos de la misma época que cuentan con un "especial valor". 

Además, el Museo Arqueológico también ha prestado 44 piezas pertenecientes a su colección estable, entre las que figuran una Pila Bautismal donada por el pintor Virgilio Mattoni, canes polícromos del siglo XV procedentes de la iglesia mudéjar de San Marcos, fragmentos de yeserías procedentes del Convento de Madre de Dios, paños de arrocabe, almizates y piñas de mocárabes de madera de "especial singularidad". 

Todas ellas convivirán con las piezas restauradas para la ocasión por la Delegación de Participación Ciudadana, como las pechinas mudéjares de Santa Clara, muestra de la pervivencia del mudéjar y de la carpintería de lo blanco en 1600. 

Por su parte, el Museo de Artes y Costumbres Populares cede al nuevo Centro del Mudéjar un total de 19 azulejos que son "ejemplo" de las técnicas de arista, cuerda seca y azulejos por tabla, mientras que el Museo de Bellas Artes ha prestado una acuarela de Joaquín Guichot de 1872, depositada en el Museo de Artes y Costumbres Populares, que representa la fachada del Palacio de los Marqueses de la Algaba y que también ha sido restaurada por el Ayuntamiento para esta ocasión junto a los taujeles del Palacio que presta la Gerencia de Urbanismo. 

El conjunto se completa con las 20 piezas de la colección municipal que se encontraban en la Torre de don Fadrique de Santa Clara, y que incluyen lápidas góticas, rejas, basas de pomas, capiteles de cardina y renacentistas. 

Se trata, según el Ayuntamiento, de "una muestra clara de la coexistencia cultural y el fenómeno de hibridación que vivió la sociedad mudéjar", donde conviven alarifes y maestros que trabajan a la manera morisca, a la moderna, es decir en gótico, y a la antigua, usando de forma vanguardista para el momento el primer lenguaje renaciente.

Fuente: Europa Press.

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