viernes, 12 de septiembre de 2014

Cinco tesoros escondidos que tienes que ver en Sevilla



Hotel Elvira Plaza os invita a conocer los cinco tesoros escondidos en Sevilla.




Cuando he realizado rutas por Sevilla, ya sea a amigos o profesionalmente (como historiadora), siempre me ha gustado salirme un poco de esas rutas convencionales que cualquiera puede hacer con una buena guía, y mostrar rincones menos conocidos por el gran público. Esos que precisamente por su carácter menos llamativo o popular, aparecen ante nosotros como verdaderos tesoros escondidos.

Hoy quiero hablaros de algunos de ellos.




1- Plaza de Santa Marta. 




La conocidísima Plaza de la Virgen de los Reyes, esconde uno de mis tesoros ocultos favoritos, la que para mí es la plaza más bonita de Sevilla. Y es que si os situáis en la intersección de la plaza mirando a Mateos Gago, descubriréis a vuestra derecha, un pequeño y estrecho callejón lleno de recovecos. Al final de este, encontraréis una hermosa y escondida plaza sin salida con el único ornamento de cuatro naranjos y una cruz en el centro. Es la silenciosa Plaza de Santa Marta, que sirve de unión a las casas de ambos lados. Preciosa.



2- Patio del nº 30 de Ximenez de Enciso

En barrio de Santa Cruz guarda conocidos y bonitos rincones, pero uno de mis favoritos esel maravilloso patio de la casa número 30 de la calle Ximenez de Enciso. A través de la cancela, en cuya forja puede leerse la fecha 1880, descubrimos un magnífico ejemplo de patio sevillano perfectamente conservado. (Siempre me he preguntado a quien pertenecerá esta casa…)




3- Capilla de San Onofre

Hasta mediados del siglo XIX, la superficie que hoy conocemos como la Plaza Nueva, estaba ocupada por el Convento de San Francisco, uno de los más antiguos de la ciudad, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII. En 1840 fue demolido, pero aun podemos contemplar una de sus capillas originales dentro de una estancia en uno de los edificios que rodean la Plaza Nueva. Se trata de la capilla de San Onofre, que data del siglo XVI, y que junto con el arco del Ayuntamiento, es lo único que se ha conservado del desaparecido convento.



4- Fábrica de Artillería

Junto al puente de los bomberos, en el barrio de San Bernardo, se encuentra uno de los mejores ejemplos de arquitectura fabril de la ciudad, la antigua fábrica de artillería. Viéndola desde fuera, no podemos hacernos una idea de las maravillosas bóvedas que esconden sus naves o de las abandonadas y hermosas casas con jardín de los ingenieros de la fábrica, proyectadas por Aníbal González.



5- Torre de Plata y Torre de Bronce

Conocidísima por todos es la Torre del Oro, pero quizá menos lo sean las dos hermanas pequeñas de esta torre defensiva almohade. La torre de plata, de planta octogonal se encuentra semioculta tras un muro de época moderna, y durante muchos años, dentro de un parking. (¿?).Por su parte, la de bronce, fue recientemente descubierta en las obras de rehabilitación del restaurante La Casa del Tesorero, y sus muros pueden verse desde uno de los salones del restaurante. Ambas se encuentran en las proximidades de la Casa de la Moneda.

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